Myanmar: 70,000 civiles rohingya están atrapados en un enfrentamiento entre el ejército rebelde y la junta golpista.

En la tarde del 16 de Junio, el ejército de Arakan pidió a los residentes de Maungdaw que abandonaran la ciudad el Lunes antes de su asalto. Reuters informó acerca de esto. Maungdaw está habitada principalmente por rohingyas, que son objeto de genocidio en Myanmar. El Ejército de Arakan es uno de los grupos rebeldes que luchan contra el gobierno central, que tomó el poder en Myanmar en 2021.

Hay 70,000 rohingyas en la ciudad, lo que, según se informa, constituye la mayoría de la población de la ciudad. Según el viceministro de Derechos Humanos del Gobierno de Unidad Nacional de Myanmar (el gobierno en el exilio), los rohingya no tienen adónde ir en Maungdaw. Las autoridades de Bangladesh, en la frontera con la que se encuentra Maungdaw, dijeron que no aceptarían refugiados. Los periodistas de Reuters confirmaron que muchos residentes de la ciudad permanecían en sus lugares.

En Mayo, los medios informaron que el gobierno de Myanmar había perdido el control de la mayor parte del territorio del país, incluida la frontera estatal: los movimientos insurgentes controlan ahora hasta el 86% del territorio, donde vive el 67% de la población de Myanmar. Al mismo tiempo, los ejércitos rebeldes obligan periódicamente a los rohingya a abandonar sus hogares. En Mayo, un asalto a la ciudad de Buthidaung, cerca de Maungdaw, obligó a 45,000 rohingya a huir de sus hogares. Incluso antes del golpe militar de 2017, más de 700 mil representantes de este pueblo se vieron obligados a huir a Bangladesh e Indonesia.

Golpe militar en Myanmar

El 1 de Febrero de 2021, el ejército de Myanmar llevó a cabo un golpe de Estado y tomó el poder en el país. Las protestas contra el nuevo gobierno tuvieron lugar en todo el país, y durante la represión de estas acciones murieron más de mil quinientos participantes.

El golpe militar puso fin al gobierno de cinco años del partido Liga Nacional para la Democracia en Myanmar y condenó a su líder Aung San Suu Kyi a 33 años de prisión. Posteriormente, la pena se redujo en seis años.

Anteriormente, la junta volvió a posponer las elecciones previstas para Agosto de 2023. El estado de emergencia se ha prorrogado por seis meses.

El ejército también lleva a cabo con frecuencia redadas durante las cuales se mata y tortura a activistas sindicales o de la oposición, y se queman casas e infraestructura civil.